jueves, 8 de diciembre de 2011

EL PROBLEMA CON LAS TARJETAS DE CREDITO

Y ahora que hago con las tarjetas...
Cómo enseñar a tus hijos a usar las tarjetas de crédito con responsabilidad
Es frecuente que nuestros hijos estén en contacto con tarjetas de crédito desde la época de la escuela secundaria o durante los primeros años de la facultad. Ahora que todavía son niños, preséntales el concepto “tarjeta de crédito” y enséñales a tomar las decisiones adecuadas para cuando ya vayan a esta bajo tu constante supervisión.

Presenta los conceptos básicos sobre las tarjetas de crédito

Antes de hacer referencia a las tarjetas de crédito, asegúrate que tu hijo comprenda los conceptos bancarios básicos y que sepa manejar su dinero a través de cajas de ahorros y cuentas corrientes. Las tarjetas de crédito serán un instrumento secundario para asistir a la administración del dinero, pero nunca deberán reemplazar a las cuentas bancarias.

Determina si tu hijo está listo para las tarjetas de crédito

Determina si tu hijo está listo para usar una tarjeta de crédito. ¿Puede manejar su propio dinero? ¿Es responsable con su billetera? Usa tu juicio para determinar si tu hijo adolescente está listo para sumar una nueva responsabilidad.

Discute los pros y las contras de las tarjetas de crédito

Ha llegado el momento de discutir las ventajas y las desventajas de tener una tarjeta de crédito. Discute acerca de los pagos demorados, los intereses, y el impacto de los reportes crediticios. Además, háblale acerca de la relevancia de la historia crediticia en cuanto a su futura vivienda, primas del seguro, y ofertas laborales.

Evalúa los tipos de tarjetas de crédito

Existen diferentes tipos de tarjetas de crédito para satisfacer tus necesidades:

· Tu propia tarjeta de crédito con una autorización para que tu hijo la use.

· Una tarjeta prepaga como, por ejemplo, Visa Buxx.

· Una extensión con un límite más bajo.

En una de esas, prefieras evitar que tu hijo esté autorizado a usar tu propia tarjeta, ya que el límite podría ser mucho más alto del conveniente para tu hijo. Asimismo, si comete un error, será mucho más fácil de solucionar si tus compras no se ven afectadas.

Establece normas de juego

Establece reglas de base para el uso de la tarjeta de tu hijo. Determina qué compras están permitidas. ¿El uso de la tarjeta está restringido a emergencias o se puede utilizar para comprar gasolina y alimentos?

Explica los requerimientos de pago

Enseña a tu hijo a pagar el total de la factura cada mes. Explica el efecto que los pagos mínimos y los intereses tendrán sobre la factura.

Controla el uso

Necesitarás tener acceso para monitorear la tarjeta. Al monitorear regularmente las compras serás capaz de ayudar a tu hijo adolescente a seguir las reglas y las normas de pago establecidas.

Deja pasar los pequeños errores

Los errores son grandes herramientas educativas. Si tu hijo se olvida de pagar la factura en término, un arancel punitorio será un mensaje poderoso y aleccionador. Con un poco de suerte, el error no se volverá a repetir.

Determina las consecuencias

Determina las consecuencias en caso de gastos excesivos, retrasos en el pago, o cualquier otro tipo de irresponsabilidad. Si bien puedes permitir algún pequeño error, debes establecer las reprimendas para los descuidos o las irresponsabilidades frecuentes.

¿Debes sacar de apuros a tu hijo?

A pesar de tus buenas intenciones y de tu guía a lo largo de todo el proceso, es posible que tu hijo se vea desbordado y sea incapaz de afrontar la factura. Si decides pagar el importe por tu hijo, deberás tener en claro el mensaje que estás transmitiendo. Tal vez, quieras que él lo pague de alguna manera y conozca los riesgos de gastar de más con una tarjeta de crédito.

Consejos sobre los hijos y las tarjetas de crédito

· Las tarjetas prepagadas o las extensiones limitadas pueden ser efectivas herramientas en un principio.

· Si tu hijo debe pagar intereses y punitorios, ayúdale a calcular el monto total a pagar. Si él ve que debe pagar mucho más de los esperado, posiblemente entienda que el error no debe volver a cometerse.
Al ganar menos tienen más deudas

"Es una espiral. Como ganan menos, tienen más urgencias y usan más las tarjetas de crédito. Entonces deben destinar más presupuesto mensual para pagar las cuotas y están en mayor riesgo de atrasarse", comentó Castillo.

Una excepción puede ser Laura Sierra, residente de Long Beach, de 22 años, casada y con una bebé de dos años.









"Mi esposo y yo no usamos las tarjetas de crédito sino, excepcionalmente, para pagos urgentes mientras recibimos el dinero de nuestro trabajo", contó Sierra.

"Cuando llega la cuenta, pagamos enseguida todo lo que hemos usado. Es la única forma de manejar las tarjetas de crédito. Nunca compramos nada por tarjeta. Si no hay dinero no se compra", señaló.

La investigación mostró una diferencia importante entre las agencias que ayudan a solucionar problemas de crédito y dan consejería financiera.

"Para el estudio contactamos a las cuatro agencias de consejería de crédito más grandes de California, miembros de la Fundación Nacional de Consejería de Crédito (NFCC) y sus 43 agencias en las ciudades con más de 30 por ciento de población hispana. Todas respondieron la encuesta que les enviamos y nos facilitaron información", indicó López-Aqueres.

"También contactamos 13 agencias pequeñas, independientes, que no eran miembros de NFCC. Sólo una contestó la encuesta. Las demás no facilitaron datos", agregó.

Entre las recomendaciones para las agencias de consejería de crédito está el redefinir los servicios para satisfacer las necesidades de los inmigrantes hispanos que no hablan inglés.

También se sugiere que las agencias establezcan conexiones con entidades de préstamos y organizaciones de la comunidad para expandir la función educativa en cuanto al manejo de crédito.

La investigación se basó en entrevistas con consumidores, agencias de crédito y otras organizaciones involucradas.

La tendencia de los hispanos a tener tarjeta de crédito (53% en el 2001) es menor que la de los blancos no hispanos (82%) y ligeramente superior a los afroamericanos (50%).
Los latinos ganan menos y gastan más


Se endeudan más con tarjetas de crédito

Las familias hispanas tienden a usar tarjetas de crédito cuando sus ingresos disminuyen, lo que aumenta su endeudamiento y genera un riesgo financiero mayor, según un estudio del Tomás Rivera Policy Institute (TRPI).

Trata de controlar más tus gastos

"Indiscutiblemente, muchos inmigrantes hispanos tienen dificultades manejando sus tarjetas de crédito", dijo el economista Waldo López-Aqueres, a cargo de la investigación, dada a conocer esta semana.

"Vimos que toman deudas muchas veces superiores a sus capacidades y encontramos que los bancos algunas veces les aplican intereses abusivos", agregó.

Según el estudio, la deuda calculada de los hispanos por tarjetas de crédito en el 2002 era de $12,700 millones de dólares, inferior a la de los blancos no hispanos que era de $79,800 millones pero superior a la de los afroamericanos calculada en $5 mil millones de dólares.

Sin embargo, de acuerdo con las cifras de la Encuesta Nacional de Usuarios Financieros citadas por el estudio, los hispanos son más dados a tener tarjeta de crédito (45 por ciento) que los blancos no hispanos (35 por ciento), pero menos que los afroamericanos (50 por ciento).

Aunque el promedio de ingresos netos de las familias latinas creció entre 1992 y 2001 en un 3 por ciento, la deuda por tarjetas de crédito se incrementó en un 3.7 por ciento.

"Los imprevistos del año y los gastos inevitables como la temporada de regalos en navidad, no están incluidos en muchos presupuestos de familias latinas de ingreso medio", dijo Jorge Castillo, asesor financiero, experto en procesos de crédito.

"Eso lleva a que la deuda de la tarjeta de crédito se incremente anualmente. Como al año siguiente el ciclo se repite, la deuda en tarjetas se vuelve permanente, tendiendo a aumentar antes que a disminuir", explicó Castillo.

Las tarjetas de crédito se han convertido en una importante herramienta financiera para los hispanos para comprar bienes y servicios, señala el estudio.

Sin embargo, la tendencia de los hispanos a tener tarjeta de crédito (53 por ciento en el 2001) es menor que la de los blancos no hispanos (82 por ciento) y ligeramente superior a los afroamericanos (50 por ciento).

Al comparar los ingresos con los pagos mensuales de tarjetas, la investigación encontró que quienes tienen ingresos menores de $20 mil dólares anuales, presentan el más alto índice (28 por ciento) de usar más del 40 por ciento de sus ingresos para pagar la tarjeta de crédito.

El hecho se vincula con el mayor porcentaje de atraso en pagos mensuales (20 por ciento para el mismo grupo).
En 2002, la deuda calculada de los hispanos por tarjetas de crédito era de $12,700 millones de dólares.